Perú13/2/20


AREQUIPA
Jueves 13/02/2020
El viajero está decidido a visitar museos. Le han recomendado que disfrute de un paseo por las callejuelas del Monasterio de Santa Catalina y también tiene pendiente el museo de la catedral; ambos se encuentran próximos a su alojamiento.
Nada más entrar comienza a descubrir la forma en que hace ya varios siglos y hasta nuestros días vivían las monjas contemplativas o de clausura. Vida monacal austera pero no por ello exenta de ciertas ventajas de las que disfrutaban las madres: se pueden contemplar las celdas espaciosas con sus camastros y salón algunos de ellos con antiguos pianos y organillos, capillitas de para la oración, cocina con sus fogones e incluso una pequeña terraza. Al parecer las monjas, muchas de familias adineradas que daban su dote al monasterio, tenían servidumbre, para poder dedicar su tiempo al cultivo espiritual y a la oración.
El monasterio se encuentra en una ciudadela. En su interior callejuelas estrechas con nombres de ciudades españolas, en la puerta de acceso de cada celda aparecen los nombres de la moradora principal. No faltan lugares comunes de oración o salones para las reuniones. 
Todo se encuentra muy bien cuidado y decorado. Lo cual facilita el tener una idea aproximada de como vivían las monjas dedicadas a la oración y la contemplación.
Después de la visita el almuerzo.
Cuando se dirigía a la catedral, en la plaza de armas, un alboroto ha suscitado la atención del viajero y, con su cámara bien dispuesta, se precipitado a tomar nota del improvisado evento. Tres grupos de pequeñas comparsas con sus disparatados atuendos y acompañados de guitarras iban desgranado coplillas picantes mientras danzaban. Una especie de entrenamiento de lo que se producirá el fin de semana en la ciudad.

La visita a la catedral y su museo resulta interesante, pero no ha generado la misma sensación de satisfacción al viajero. Lo que más ha llamado su atención ha sido el órgano
recientemente restaurado. Terminada la visita al templo y al museo, el viajero se retira. Comienza a llover. 





AREQUIPA
Viernes 14/02/2020 
Hoy toca visitar el Cañón del Colca. –anuncia el viajero a la persona que le mira al otro lado del espejo.
Observa que su rostro  se encuentra marcado por el paso del tiempo, su pelo blanco revuelto y su barba sin arreglar le dan un aspecto de noble aventurero, o más bien de pordiosero errante.
–Cuando termine mi paseo, por estas tierras y regrese a la rutina, me arreglaré estos pelos rebeldes. De momento este aspecto descuidado me da un aire bohemio, el que se corresponde con el de un viajero solitario.
En prevención del temido soroche toma una pastilla para paliar su efecto, recoge una bolsita con un desayuno que le han preparado y espera el bus que le llevará a su destino. Son las dos treinta de la madrugada. El bus va recogiendo pasajeros de los diferentes hospedajes de la ciudad durante cuarenta minutos, complatado el aforo de turista comienza su andadura. La primera parada, cuando el día despierta del letargo de la noche, es en un mirador situado a mucho más de cuatromil metros de altitud.
Se siente mareado y con dificultades para respirar.
–¿Se encuentra bien señor?cree escuchar a la guía, que le observa con preocupación
–Un poco mareado responde balbuciente
–Vaya con cuidado, no tiene buen aspecto, tómese este caramelito de coca y siéntese.
–Muchas gracias, necesito ir al baño.El escaso trayecto de escasos cincuenta metros se le hace pesado, siente presión en la nuca y falta de oxígeno, ni siquiera se detiene a ascender al mirador cercano, con dificultad retoma su asiento en el bus. Los compañeros  de viaje se interesan por su estado, que poco a poco va mejorando.Comienza el descenso por la serpenteante carretera y, a medida que bajan, recupera su presencia de ánimo. Plenamente recuperado, paran en una pequeña población a reponer fuerzas.Al fin, el mirador descubre su inmensa belleza a los ojos de los visitantes: al fondo, las montañas descarnadas arropadas en su cima por nubes blancas, que se antojan similares a un manto de nieve; más abajo la vegetación abrigando la base, hasta descansar en las torrentosas aguas del río, con la tonalidad terrosa propia de la turbidez provocada por las intensas lluvias.De pronto, aparece el magestuoso vuelo del cóndor elevándose por la corriente de aire que asciende desde el fondo del cañon. El viajero contempla ensimismado la escena, sumido en una suerte de paz interior, únicamente interrumpida por el vocerío de algunas personas que con sus celulares y sus palitos de selfie, buscan captar imágenes presentándose en primer plano para enviarlas a instagrám o mandarlas por whatsaap.El viajero mira y remira, tratando de atrapar en la contemplación la belleza que alberga esta maravilla de la naturaleza. Le reclaman, debe tomar el bus para iniciar el regreso. De camino pretende darse un relajante baño en unas termas a la orilla del río.

La visita termina y la ciudad les recibe con un gran atasco que hace que demoren más de una hora en llegar desde las afueras al centro de Arequipa: Fin de semana y día de San Valentín. 



  AREQUIPA
Sabado 15/02/2020 
Último día en Arequipa. Tiene una reserva en bus para Nazca por la noche. Sin saber que hacer se desplaza por el centro y se topa con la iglesia y convento de SanFrancisco de Asís, que se encuentra en un complejo de edificios monumentales, con su correspondiente plaza. Es patrimonio de la humanidad.Como curiosidad, en la visita al museo cabe destacar la recreación de la celda del padre José Mojica, famoso tenor de mejicano que dejó su vida de fama para ordenarse franciscano y que visitaba con frecuencia el convento de Arequipa. Tras la visita al convento, el viajero, después de almorzar se retira a descansar y ya anochecido vuelve a dar un paseo y premiarse con una excelente pizza acompañada de vino de Ica y un "pisco saur" en el restaurante Vesubio próximo al hotel. 
IGLESIA Y CONVENTO DE SAN FRANCISCO    NAZCADomingo 16/02/2020Toca conocer las famosas y enigmáticas lineas de Nazca desde Arequipa ha contratado un tour de dos días que incluye sobrevuelo por las líneas el primer día y visits a un cementerio con restos momificados.El viaje en bus le ha resultado pesado, toda la noche de viaje y con el tiempo justo para acomodarse en el alojamiento e iniciar el vuelo en una avinoneta con apenas ocho pasajeros.La experiencia es fantástica y el vuelo es muy seguro y tranquilo, apenas cuarenta y cinco minutos facilitando que los pasajeros puedan tomar imágenes de los dibujos que aparecen en este desierto. Es algo que, si te encuentras en el lugar, no te lo pueder.-murmura el viajero-.El piloto, mientras conduce su aeroplano, indica el lugar donde se sitúan las líneas y se inclina hacia la derecha, para que los pasajeros de ese lado tomen sus instantantáneas, luego da una vuelta para inclinarse a la izquierda, y que los pasajeros de ese lado puedan tomar sus fotos.Desde que se descubrieron las líneas, Nazca se enorgullece de este patrimonio y, no en vano, en la plaza de armas las tiene representadas en el suelo.Satisfecho y cansado se retira y decide acostarse un rato, después se da un paseo por el centro de la ciudad.   SOBREVOLANDO LAS LINEAS DE NAZCA      ,NAZCALunes 17/02/2020Continúa en la ciudad y se traslada a un cementerio presumiblemente preincáico ubicado en medio del desierto en el se encuentran cadáveres momificados acompañados de enseres, fundamentalmente vasijas de cerámica, lo que da idea de que los enterraban junto con sus propiedades, presuntamente por su creencia en la reencarnación.De nuevo regreso a la ciudad y pasa la tarde deambulando y observando el devenir de las gentes, soportando resignado el alboroto de los constantes bocinazos de los malcriados conductores de taxis y motocarros.Nada interesante que añadir. Mañana se dirige a Abancay. - No hay una razón especial por conocer esta población, simplemente es un paso intermedio para ir a Ayacucho. Allí descubriré que debo visitar, la improvisación es una condición necesaria que me he impuesto. Es mi única atadura.- explica el viajero a su relator-    LAS MOMIAS: CEMENTERIO DE CHAUCHILLA   ABANCAYMartes 18/02/2020En su alocado periplo, el viajero ha llegado a la población de Abancay y, como suele ser habitual, ha descubierto otro lugar maravilloso, no promocionado para el turismo, que tiene un inmenso potencial. Eso es lo que a él le gusta. Así se entretiene.La ciudad está situada en un valle rodeado de preciosas montañas que le arropan, sus habitantes son gentes sencillas, cordiales, acogedoras y muy amables con el viajero.Por recomendación de la encargada del hostal Mica, en el que por azar a recalado, visita el mirador,  situado en un alto desde donde se divisa la ciudad. Para llegar a él ha tomado el colectivo por una ridícula cantidad.A pesar de las constantes advertencias que suele recibir para que se cuide, no ha percibido peligro alguno y ha podido exhibir su cámara con total normalidad.Ese ha sido todo lo que hecho durante su primer día de estancia, paseo por el centro, charla con unos amables policías y con algunas personas en la plaza de armas y subida al mirador por la tarde.    VEA LA PRESENTACIÓN DE ABANCAY